Salud bucal, salud física

I. La salud bucal es un componente importante de la salud general.

La Organización Mundial de la Salud incluye la salud bucal como uno de los diez criterios para la salud humana. Estos criterios son: dientes limpios, sin caries, sin dolor, con encías de color normal y sin sangrado.

La salud bucal está estrechamente relacionada con la salud general. Las infecciones y los factores inflamatorios bucales pueden causar o exacerbar enfermedades crónicas como las cardiovasculares, cerebrovasculares y la diabetes, poniendo en peligro la salud general y afectando la calidad de vida. Las caries y la enfermedad periodontal dañan el tejido duro dental y los tejidos de soporte circundantes, lo que no solo afecta funciones como la masticación, el habla y la estética, sino que también causa dificultades sociales y deterioro psicológico. Las infecciones bucales en mujeres embarazadas son un factor de riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer.

Algunas enfermedades sistémicas pueden manifestarse en la cavidad oral. Por ejemplo, los pacientes con diabetes presentan una menor resistencia a las infecciones, lo que a menudo les provoca periodontitis y dificulta la cicatrización de heridas por extracción dental. Los pacientes con SIDA en etapa temprana pueden desarrollar lesiones orales y enfermedades como la candidiasis oral.

Mantener la salud bucodental es fundamental para prevenir y controlar las enfermedades sistémicas, y prevenirlas y controlarlas contribuye a promoverla. Las enfermedades bucodentales comparten factores de riesgo con enfermedades crónicas como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, como el tabaquismo, el alcoholismo, una dieta poco saludable y el estrés mental.

II. Las enfermedades bucales son prevenibles, controlables y tratables.

La caries y la enfermedad periodontal son infecciones bacterianas. Las bacterias de la placa y sus productos son los factores desencadenantes de la caries y la enfermedad periodontal. Sin los microorganismos de la placa, la caries y la enfermedad periodontal no pueden ocurrir.

La prevención y el control de las enfermedades bucodentales requieren una combinación de cuidado bucal personal y profesional. El cuidado bucal personal incluye un cepillado dental eficaz, una dieta equilibrada, el uso adecuado de flúor y revisiones dentales regulares; el cuidado bucal profesional incluye la aplicación tópica de flúor, selladores de fosas y fisuras, y limpieza dental.

Un cepillado dental eficaz elimina la placa y es el principal método de cuidado bucal. Se recomienda a los adultos usar una técnica de cepillado oscilante horizontal, cepillando a fondo y centrándose en eliminar la placa a lo largo de la línea de las encías y entre los dientes. Cada sesión de cepillado debe durar al menos dos minutos. Se recomienda a los niños usar movimientos circulares. Los padres pueden ayudar a los niños a cepillarse los dientes hasta que puedan escribir con fluidez los números arábigos (de 6 a 7 años). La caries dental y la enfermedad periodontal son prevenibles y tratables. Las revisiones regulares y la prevención temprana son clave. La caries dental en etapa temprana se puede controlar o incluso curar con medidas como el uso de flúor. La gingivitis en etapa temprana se puede curar con la limpieza y un cepillado dental eficaz.

Se recomienda que los adultos se hagan un chequeo dental cada seis meses a un año, y los niños cada tres meses a seis meses.